“Llaneros en Ruana” al principio solo podía pensar “qué nombre tan original”, pero creo que no lo entendía hasta que Rafa nos lo explicó. Y la verdad tiene toda la razón: cuando se piensa en el Meta se piensa en llanuras, clima caliente, música llanera y mucho ganado. Pero, la verdad es que también tiene zonas muy frías, con montañas inmensas y una cantidad abismal de agua. Entonces, es real: hay muchos llaneros que deben andar en ruana en una zona poco explorada del país. Lo más probable de esta falta de conciencia sobre este fragmento del país se debe al conflicto armado que por tanto tiempo excluyó gran parte del Meta. Sin embargo, en la frontera entre Cundinamarca y el Meta está una parte poco transitada de Chingaza y un municipio llamado San Juanito.
De los 36 páramos que tiene Colombia, solo he tenido la oportunidad de ir a 6, pero el páramo de Chingaza es mi favorito. No se parece a ningún otro, no sé si son las inmensas piedras, el río precioso que lo cruza, las lagunas escondidas que reflejan las montañas que las protegen, los frailejones que lo invaden. O tal vez su energía, su extrema paz. En todo caso, no se parece a nada que haya visto antes.
San Juanito es un municipio precioso. Es muy acogedor y la resiliencia de la población es inexplicable. Le rinden tributo a su cultura arriera con el monumento en el centro del pueblo, a su cultura católica con la gruta Natural del Tablón con la Basílica Natural más linda; es decir que conocen de dónde vienen y cómo se proyectan. Alrededor hay muchas montañas, cada una más linda que la otra. Aunque durante mucho tiempo fue una zona altamente impactada por las FARC, hoy se puede caminar tranquilamente y aprender de las víctimas para que esas dolorosas historias no se vivan otra vez. Si se sale un poco del municipio, se pueden ver los Gallitos de Roca (son unos pajaritos rojos muy bonitos). También, se pueden encontrar grandes cascadas en El Calvario (en realidad se ven desde San Juanito) y disfrutar de la linda vista del Cañón del Guatiquía.
La comida estuvo deliciosa, el hotel era muy cómodo, las caminatas no son exigentes y los guías son excelentes personas. Definitivamente es una de las mejores experiencias.